La mayoría de los niños tienen de vez en cuando erupciones que cursan con picor. Pero la dermatitis puede ser un verdadero problema, porque favorece que el niño se rasque, lo que sólo consigue empeorarlo.
El término Dermatitis engloba a una serie de trastornos cutáneos en los cuales la piel se enrojece y se irrita y, a veces aparecen pequeños granitos o ampollas llenas de líquido que se humedecen y supuran. La causa más habitual es la dermatitis atópica, a veces denominada Dermatitis del lactante, aunque puede afectar tanto a lactantes como a niños mayores.
La palabra “atópica” describe aquellos trastornos que ocurren cuando una persona es demasiado sensible a alergenos medioambientales como el polen, el moho, el polvo, la caspa animal y/o determinados alimentos. La palabra “dermatitis” significa que la piel está inflamada, enrojecida o irritada.
Los niños que desarrollan eccema a menudo tienen familiares con fiebre del heno, asma u otras alergias. Algunos científicos creen que estos niños tienen una predisposición genética a desarrollar dermatitis, lo que significa que han heredado de sus padres determinados rasgos genéticos que los hacen más susceptibles a padecer este trastorno.
Aproximadamente la mitad de los niños con dermatitis desarrollarán algún día fiebre del heno o asma. La dermatitis, en sí misma, no es un tipo de alergia, pero las alergias pueden desencadenarla. Algunos factores ambientales (como el calor excesivo o el estrés emocional) también pueden desencadenar o reactivarla.
Aproximadamente uno de cada 10 niños tiene eccema. Típicamente, los síntomas aparecen durante los primeros meses de vida y casi siempre antes de que el niño cumpla 5 años. Pero la buena noticia es que más de la mitad de los niños que tienen eccema en la actualidad dejarán de tenerlo durante la adolescencia.
¿Cuáles son los signos y los síntomas?
Los signos y síntomas pueden variar considerablemente durante las primeras fases. Entre los 2 y los 6 meses de edad (y generalmente antes de los 5 años), los niños con dermatitis suelen presentar picor, sequedad y enrojecimiento de la piel, así como granos en mejillas, frente y cuero cabelludo. La erupción se puede extender a las extremidades (brazos y piernas) y el tronco, pudiendo aparecer úlceras rojas y con costras o bien lesiones abiertas en las áreas afectadas.
Los niños con dermatitistambién pueden desarrollar erupciones circulares, que sobresalen ligeramente sobre la superficie de la piel. Suelen ser escamosas y se asocian a picor en los pliegues de los codos, detrás de las rodillas, en el dorso de las muñecas y/o en los tobillos.
Conforme el niño va creciendo, generalmente la erupción va secretando menos y se vuelve menos escamosa que durante las primeras fases de la dermatitis, y la piel se reseca y empieza a picar mucho. Estos síntomas mejoran y empeoran a lo largo del tiempo, produciéndose periódicamente reactivaciones o recrudecimientos de la sintomatología.
Los niños a menudo intentan aliviarse los picores rascándose o frotándose las áreas afectadas con la mano o cualquier cosa que tengan a su alcance. Pero, al rascarse, pueden empeorarlo, el cual, a la larga, se puede convertir en áreas de piel engrosadas y de color marrón. Por eso, y para evitar posibles infecciones, hay que pedir a los niños que hagan un esfuerzo por no rascarse, por mucho que les cueste.
¿Cuánto dura?
En muchos casos,la dermatitis entra en fase de remisión y los síntomas desaparecen durante meses o incluso años.
En muchos niños, empieza a mejorar en torno a los 5 o 6 años; pero otros experimentan reactivaciones durante la adolescencia y los primeros años de la etapa adulta.
En algunos niños, la dermatitis mejora pero luego se vuelve a reactivar con la llegada de la pubertad, debido probablemente a las hormonas, el estrés, al uso de cosméticos y otros productos irritantes para la piel (o a otros factores que los científicos todavía no acaban de entender). Y algunas personas seguirán presentando dermatitis en alguna medida durante la etapa adulta, con áreas de piel resecas, escamosas y que pican.
¿Es contagioso?
No es contagioso, de modo que no han ninguna necesidad de mantener a un bebé o niño aislado de sus hermanos, otros niños o cualquier otra persona